Acabo de salir de un examen con sentimientos encontrados. He estado más de dos horas dándole al manubrio sin parar y me duele la mano un huevo (¡viva la ambigüedad! ¡Ataca, Jill! xD). El caso es que he rellenado tres folios din A3 por ambas caras sin tener mucha idea de si lo que estaba respondiendo estaba bien o mal. Por X motivos que no voy a poder aquí (entre ellos, que ya estoy hasta los ovotestis), no he estudiado casi para este examen. Es de estas asignaturas que podemos denominar “de sentido común”, que son más de entender que de memorizar. Que no quiere decir, inocente de mí, que baste con leerse los apuntes (apuntes que ni siquiera son míos, porque a esa clase yo no he ido...). El caso es que me ha dado el canguelo antes de entrar, pero al final me he dicho eso de que “la suerte favorece a los audaces” y demás mariconadas de Powerpoint que lee mi madre y me he metido para adentro (gracias también a las palabras de ánimo de última hora, todo sea dicho).
¿Y cómo he contestado a las preguntas?, os diréis.
Pues poniendo lo que pensaba. Con un par. ¿Que me preguntan que cuáles son los rasgos más característicos del empleo actual? Pues mire usted, lo más característico del empleo actual es que no hay empleo, señor mío. Precariedad laboral y todo eso. Liberalización, que le dicen. Me he acordado mucho del post de la esclavitud de hace poco XD Pero además, me ha hecho gracia a toro pasado la naturalidad con la que iba redactando el examen. Ejemplo: “Pues mire, teniendo en cuenta lo dicho de la división sexual del trabajo, creo que concordará conmigo en que llamarlo división es un chiste. Es discriminación y punto. A ver si perdemos el miedo de llamar a las cosas por su nombre”. Y así durante dos folios din A3.
Pero el momento WTF!! del examen ha llegado cuando al terminar las preguntas me han dado (oh, sorpresa!), un texto para que lo comentara. “De perdidos al río”, me digo. Le echo un vistazo y... ¿A qué no adivináis de qué iba? ¿Veo una mano levantada por allá atrás? ¿Nadie? Tsk, tsk, tsk...
Sobre la ampliación de la jornada laboral a 65 horas semanales.
Tócate los huevos. Le he echado un vistazo al texto así por encima, he pensado “mariconadas”, y he empezado a escribir tal que así [léase con tonillo de arenga comunista]:
“Porque el capital blablabla blablabla, pérdida de la conciencia obrera, blablabla blablabla, lucha de clases blablabla, esclavitud asalariada blablabla blablabla... –así durante otra sábana din A3, y terminando con esto:- Y mientras el capital ha ido ganando poder, la izquierda, los sindicatos y el movimiento obrero en general se ha dormido (esperemos que esté dormido y no muerto), dejando que nos quiten derechos fundamentales y colocándonos en una posición cada vez más debilitada. Queda ver ahora si la clase trabajadora reaccionará y protestará o si simplemente agacharemos la cabeza esperando tiempos mejores, olvidando que los tiempos mejores no llegan, se crean”.
Y me he quedado más a guuuuuuustooo... Oish, oish, oish. Os lo recomiendo, de verdad. Un día deberíais entrar a un examen y responder a las preguntas con lo que pensáis. Liberador, oyes.
Ahora a ver si es tan de izquierdas como parece por los apuntes que me pasaron XD
De momento, si me disculpáis, voy a echarme hielo en la mano. Tengo el mal hábito de agarrar el bolígrafo y apretarlo contra el papel con fuerza rayana en saña, como si se fuera a escapar y morderme. Se me ponen los nudillos blancos y se me agarrota la mano y todo. Si queréis verme jodidamente frenético, dadme un portaminas y decidme que no hay nada más para escribir. Luego sentaos a una distancia prudencial a observar el espectáculo XD